Estudiante: En meditación surgen sensaciones muy agradables, de amor intenso que se escapa por todo el cuerpo, eso me pasa siempre y es muy grato, trato de permanecer en ese estado. Una vez tuve una visión y la seguí. La pregunta es: ¿debo elegir una y permanecer en ese estado o dejo pasar todo?
Sesha: En meditación, las sensaciones mentales que inducen gratificación no existen. En meditación, la experiencia intensa de la realidad produce la satisfacción que viene con la comprensión profunda. Todo lo que te produzca una gratificación personal no es válido, pues no deriva finalmente en la no-dualidad.
Estudiante: ¿Por qué no es válida la satisfacción de la comprensión?
Sesha: Toda satisfacción tiene génesis en la voluntad, en el anhelo de obtención de una meta y en su consecución. No es que sea mala la satisfacción, no; simplemente su vivencia continua no reporta la experiencia no-dual a causa de la expresión egoica.
Estudiante: La experiencia del estado meditativo, ¿es única para cada persona?
Sesha: La interpretación de tus propios estados mentales es personal. Pero el estado de Meditación, como tal, es único. Imagina el sueño y nota que es un estado al que todos caemos a diario, pero definitivamente la interpretación de lo que allí acontece es completamente personal.
Estudiante: ¿Podrías comentarme algo sobre la espontaneidad? ¿Cómo se la puede favorecer?
Sesha: La espontaneidad es una respuesta mental o física carente de voluntad. Es un fluir de naturalidad, es una respuesta sin esfuerzo ante un evento que ocurre. La espontaneidad es un discurrir de humanidad.