Es importante aclarar los diversos estadios de operatividad mental con el fin de salvaguardar la correcta dirección de la propia búsqueda interior. El Advaita analiza con precisión temas de complejidad inusual como la cognición misma y el fuero de la actividad consciente. En dichos temas se crearon modelos de ideas absolutamente novedosas, que aun hoy en día advierten interesantes facetas de estudio y de complemento teórico a nuestro desarrollo académico occidental.
El engranaje mental posee infinidad de movimientos que llevan a la creación de estereotipos psíquicos. Vista la inmensidad de temperamentos posibles, los indios intentaron clasificarlos en tres caminos diferentes, cada uno de ellos con sus respectivas consideraciones, a los que llamaremos karma yoga, bhakti yoga y gnana yoga. Cada una de estas tres clasificaciones aporta elementos diversos en los cuales la búsqueda de lo Real implementa caminos separados que llevan a una misma meta final: la iluminación, o el encuentro con lo Real.
La meditación interior (gnana yoga), la meditación exterior (karma yoga) y el camino de la devoción (bhakti yoga) son las tres grandes vías en las que se ha resumido y condensado el saber oriental. Según sea la tipología psicológica del caminante, es posible discurrir en cualquiera de estos tres caminos que llevan igual e indistintamente a la iluminación.