Estudiante: Reflexionando sobre la meditación, me preguntaba si a falta de la experiencia de la No-dualidad, durante aquélla, serviría igualmente la constatación de la transitoriedad de los fenómenos frente a la fija permanencia de uno mismo, como observador, para validar el mensaje que tradicionalmente se ha venido transmitiendo desde tiempos inmemoriales; a saber, que lo que en esencia somos es inmutable y eterno.
Sesha: Por supuesto, la reflexión es una de las más válidas herramientas para transformar y fortalecer la mente. Las profundas certezas que podemos adquirir con el tiempo, son debidas justamente a la propia capacidad de reflexión sobre los temas trascendentales que nos tocan.
Estudiante: ¿Qué entiende el Advaita por reflexión?
Sesha: La reflexión básica es la relación entre la percepción y la imagen mental más cercana que tienes de ella en la memoria. Reflexión más profunda o intelectiva, es aquel tipo de relación que te permite construir a voluntad cadenas de pensamientos con sentido o coherencia.
Estudiante: ¿Qué es la voluntad?
Sesha: La voluntad en un término similar al “yo”, pero asociado a un ambiente comportamental. Mientras haya voluntad hay “yo”, al igual que mientras hay “yo” hay diferenciación en la cognición y por lo tanto dualidad epistemológica.
Estudiante: ¿Quién es el sujeto que se identifica con el pensamiento “yo”? Por tanto, ¿quién cesa de identificarse con ese “yo”?
Sesha: ¿Notas cuando te sirven de comer algo frío y desabrido y al verlo prefieres no comerlo? ¿Notas cuando alguien está en extremo hambriento y le ofrecen el mismo plato? En cada caso la mente en función de sus condicionamientos o hábitos responde de una manera diferente. El pensamiento de “yo” es la creencia de que posees voluntad y, por lo tanto, sentido de futuro; es la creencia de que controlas la acción; es la creencia de que eres diferente de lo que conoces…