Cuando un objeto aparentemente sin conciencia es percibido como “no-algo”, se evidencia que no solo tiene conciencia, sino que esta no está diferenciada de la Conciencia del Universo; desde los estados de Conciencia No-duales como el samadhi, los objetos son percibidos bajo un parámetro de “no-nombre” y “no-forma”, sin disociación del resto de contenidos.
Ahondando un poco en el proceso de la diferenciación, escuchar la frase “Sarvandianam nitiasam karmaquindam sanyasim ahim aishvatam nianam”, no le dice nada a quien no conoce el sánscrito, porque la mente no puede asociarla a un nombre y una forma previos, o dicho de otra manera, la mente no puede en este caso sostener un límite ante la apreciación de estas palabras; la frase, por ello, carece de inercia al no poder referenciarse ni compararse con nada.
Cuando se percibe el mundo sin analizarlo y sin ningún tipo de interpretación dialéctica y ausente de despersonalización psicológica, ocurre una percepción referida a un nuevo estado de conciencia. Percibir los contenidos mentales, observar los sentimientos y pensamientos desde esta disposición de silencio, aboca al perceptor a los primeros estadios de la No-dualidad. Sin embargo, lo que habitualmente ocurre cuando se percibe un contenido es que este se compara con algo previamente conocido y se asimila a algo que posea fronteras, asignando nombres mentales a las formas o formas mentales a los nombres. Estamos acostumbrados a delimitar cosas que posean nombre y forma. Si algo no tiene esas características, se intenta redefinirlo para que en lo sucesivo la mente tenga una clara referencia de lo que se está definiendo; en la medida que se refuerce su inercia a través del hábito y la repetición, sus fronteras bajarán y será mucho más fácil situarse en esta nueva apreciación.
Esa es precisamente la función de los idiomas. Siendo un idioma una representación de formas sonoras de conceptos que previamente se han definido, crea asociación por el hábito de repetición entre nombres y formas para que haya un fácil reconocimiento.