Sesha: ¿Cuáles son tus límites físicos?
Estudiante: ¿Mis límites?
Sesha: Si no tuvieras límites físicos, tu cuerpo bordearía lo infinito, tal como ocurre con la naturaleza del espacio. ¿Cuáles consideras tus propios límites físicos?
Estudiante: Mi cuerpo es un límite.
Sesha: Correcto; el cuerpo físico lo limita respecto a cualquier otro Objeto físico. ¿Qué otro límite posees?
Estudiante: Mi mente, mi memoria.
Sesha: Bien. ¿Y qué tan reales o qué tan aparentes son estos límites?
Estudiante: ¡Son completamente reales! Soy con base a esos límites; sin ellos no soy nadie ni nada.
Sesha: ¿Tu límite corporal es estable? ¿Permaneces inalterable respecto al tiempo y al espacio?
Estudiante: Efectivamente. Mi cuerpo, al igual que la mente, cambia a cada instante; pero independientemente del tamaño de mi cuerpo, siempre he sido yo mismo.
Sesha: Y antes de poseer tu envoltura corporal, ¿dónde estaba tu yo?
Estudiante: No lo sé.
Sesha: Antes que tu mente defina tener un cuerpo, instantes previos a tu juicio, ¿dónde está el saber que eres el cuerpo?
Estudiante: Tampoco lo sé. El cuerpo estaba allí, indiferenciado.
Sesha: Tú eres Aquello que es previo a la aparición corporal y, gracias a lo cual, posteriormente te permite reconocer que posees cuerpo.
Estudiante: Entiendo lo que hablas sin exactamente entenderlo…
Sesha: ¿Bastó tener cuerpo para reconocerte como individuo?
Estudiante: No, lógicamente no. A medida que crecí, tomé consciencia como individuo.
Sesha: Es decir, ¿a medida que pasó el tiempo, tu limitante mental tomó consciencia de tu limitante físico?
Estudiante: Pues sí; visto de esa manera, sí.
Sesha: ¡Muéstramelo de otra manera!… ¿Qué limita tu mente?
Estudiante: ¿Qué limita mi mente?
Sesha: Tu cuerpo limita un espacio. Aunque tu limitante es variable e inestable, tiene comienzo y fin; ocupa un espacio invariable. Así, tu mente, que es igual de variable e inestable, tiene comienzo y fin; es ocupada por algo que, real o aparentemente, la limita. ¿Qué es ese algo que limita a la mente, real o aparentemente?
Estudiante: ¿Tal vez la mente cósmica?
Sesha: ¿Me preguntas o me respondes?
Estudiante: Te pregunto.
Sesha: ¿La mente cósmica de quién o de qué?
Estudiante: No lo sé.
Sesha: Entonces no contestes tonterías. Intenta un nivel de diálogo más razonable. ¿Te es clara la naturaleza limitada de tu mente?
Estudiante: Sí, me es clara.
Sesha: ¿En qué momento aparece una nueva condición limitante en tu mente?
Estudiante: ¡Cuando pienso!
Sesha: Pensar implica una agrupación de actividades diversas; por ejemplo: evocar, comparar, definir. ¿A cuál de ellas te refieres?
Estudiante: En el momento mismo de pensar, mi mundo mental adopta límites: recordar, comparar. Efectivamente, mientras pienso evoco información de mi memoria y comparo el Objeto a conocer con uno ya preexistente en mí. Esta condición genera límite. ¡Mientras permanezca pensando se mantiene el límite asociado a la actividad mental!
Sesha: ¿A qué denominas generar límite?
Estudiante: Noto que “algo” se diferencia de “algo”, mas no encuentro la palabra que defina mi inquietud.
Sesha: ¿Acaso “límite” podría asociarse a cómo denotas la sensación de diferenciación de tu unidad psicológica y de tus contenidos respecto a otras unidades psicológicas y sus respectivos contenidos?
Estudiante: Sí, eso es cierto. Mientras recuerdo o comparo siento sensación de diferenciación entre cada contenido; es más, el hecho de reconocerme como Sujeto de percepción implica diferenciación con el Objeto conocido.
Sesha: El Advaita define la actividad limitativa y diferenciadora, que actúa por apropiación y pertenencia o posesión, como egoísmo. Entiende: en el proceso del pensar, tú, mediante “nombre” y “forma”, generas una disociación entre el Objeto y el Sujeto. Así, límite y propietario del límite coexisten, creando un ambiente de realidad física o psicológica asociada a un sentido de pertenencia egoico del agente que conoce. “Posesividad” es la actividad mental de reconocerse propietario, dueño de la experiencia que se conoce. “Soy”, como apropiación egoica, es un rasgo mental tan primario como el acto de fijar la información mediante la memoria. Así, egoencia, memoria, duda y conciencia individual son atributos básicos constitutivos de la mente. No existe pensamiento consciente ni instintivo previo a “soy”.
De igual manera, “yo soy” es el pensamiento primario sobre el cual se construye el enrejado mental; es tu límite inicial. Sin el limitante egoico no hay Sujeto ni Objeto. La Conciencia fluye entonces asociada al acto de Saber y Saber que se Es, en el plano de la Concentración o en el de la Meditación.