¿Qué sentido tiene estar sentados meditando si el karma del cuerpo y de la mente ya están establecidos? La pregunta es: ¿qué está más allá del karma? La fuerza de la comprensión no tiene dueño ni depende del pasado ni del yo.
Intentamos ser conscientes de la condición en la que flotan todos los objetos que pueden ser conocidos. Si detectamos ese flujo consciente e ilimitado, que es el sostén de mi representación mental kármica de las cosas, se ha de notar que dicho continuo no está asociado a ninguna ley kármica.
Fluir en dicha consciencia hace reconocernos como un acto de puro discernimiento no-diferenciado, no como una expresión consciente individual. Si logro hacer eso, porque la comprensión ya está inherente, entonces me veo liberado de cualquier condición de ignorancia, porque es debido a una falta de comprensión que yo creo que soy el actor. Cuando se da la comprensión real, este universo se advierte de otra manera, y entonces despertamos a una condición diferente de las cosas conocidas. No somos lo que conscientemente pensamos de nosotros mismos, tal como la comprensión que tenemos del nombre de la columna no es la esencialidad de ella misma. Comprensión en sí misma es lo que realmente somos.