La ilusoriedad es asumir como real algo que no existe. La
ilusoriedad es asumir que el mundo diferenciado tal cual es se
sustenta en él mismo, es decir; que la parte se sustenta en la parte.
Sostener esta condición y afirmar esta circunstancia es darle pie a
que la ilusoriedad tenga sustancia, tenga sustento en algo invalido.
La ilusoriedad se sustenta en que el yo, el ego existe por sí
mismo y evoluciona por sí mismo cuando realmente no es así. Lo que
existe realmente es una condición de existencia conciente nodiferenciada
cuya base es esencialmente conciencia.
¿A qué llamamos ignorancia?
Denominamos ignorancia a la falta de comprensión que tenemos
sobre nuestra naturaleza real. Ignorancia también es la errónea
certeza de asumir que nuestra naturaleza real es cambiante, que se
modifica, cuando en el fondo es algo que siempre es estable e
inmutable.
La falta de discernimiento metafísico nos impide comprender qué
es lo real, llevándonos a asumir que la representación mental dual
que hacemos del mundo o de nosotros mismos es la base de la
realidad.
Ignorancia es no saber qué somos, lo que fuimos ni lo que
seremos. Ignorancia es asumir las propias certezas mentales como
fruto perfecto de un mundo dual inestable.
(1) Los Campos de Cognición – Sesha 2003, Gaia Ediciones
¿Quién nos puede enseñar a meditar?
Lo que realmente fructifica como enseñanza es el acto de la
comprensión de un hecho, de un conocimiento o de una acción. Lo
que se busca mediante la enseñanza es sustentar una comprensión
que se mantenga con el tiempo y sea firme ante cualquier
eventualidad.
Lograr en ti el acto de la espera meditativa y realizar la
observación correcta de tus pensamientos te da la comprensión firme
de que evidentemente ellos nacen y mueren, y que entre ellos hay un
espacio vacío de atención pura. Esa comprensión, dada la vivencia
personal que se ha tenido, genera la fuerza de crear un camino de
búsqueda, un sendero de claridad, una expectativa clara del inicio de
la práctica meditativa.
Esa certeza meditativa, esa comprensión que se tiene de la
practica interior o exterior de lo que llamamos meditación, es lo que
el estudiante debe aprender, eso es lo único que vale la pena
enseñar.
¿Qué es un maestro?
Un maestro es aquel que es diestro en el estudio de los libros
sagrados (srutis, los libros que poseen la revelación de lo divino) y
aparte tiene la experiencia de lo absoluto a través de la experiencia
personal del Nirvikalpa Samadhi. Maestro es quien tiene la
experiencia del absoluto No-dual y se empeña por dharma en darlo a
conocer a los demás.
¿Cuál es la función de un maestro para nosotros?
Debido a que la realidad No-dual es intransmisible
intelectualmente, el maestro tiene esencialmente la condición de
servir al discípulo de punto de referencia a una forma ordenada de
pensar e interpretar el mundo y a sí mismo.
Para que aquellas preguntas que no tienen solución por parte del
estudiante puedan ser resueltas, o las prácticas de meditación sean
confiables, se requiere de alguien que de alguna manera haya
caminado por ese sendero y lo conozca a profundidad. La referencia
que todo estudiante posee sobre su propio mundo interior es
francamente laberíntica; le es muy difícil encontrar estabilidad en sí
mismo y un sentido amplio y amable de la práctica meditativa.
El maestro, al haber pasado ya por este confuso sendero de
incertidumbres metafísicas, logra mostrar un mapa claro del
funcionamiento de la mente dual y sabe la forma de encausar las
inquietudes de sus discípulos en la búsqueda de la realidad No-dual.