Cuando hablamos desde el aspecto cognitivo y emitimos un juicio cualquiera cuya síntesis final es por ejemplo “el árbol es verde”, requiere de un proceso mental al que denominamos discursivo. En este proceso mental de búsqueda de síntesis, el evento que se está percibiendo tiene que ser comparado con otro previamente reconocido y existente en la memoria. De tal manera que la coincidencia de ambos eventos (lo percibido y el evento preexistente en la memoria) puedan coincidir a través de lo que se denomina un juicio sintético. Este proceso dialéctico continuo es lo que llamamos comúnmente pensar. El proceso de pensar nos lleva necesariamente a requerir la aparición de la propia historia y el que ella continuamente sea reconocida.
El ser humano para conocer piensa; para conocer debe memorizar y para poder memorizar estudia y reflexiona; para estudiar y aprender se esfuerza en conocer y pensar. Pensar lleva a pensar más, convirtiéndose este proceso en un círculo vicioso. Todo proceso que implique el aumento intencional de la memoria, y con ello una opción más clara para poder tener elementos racionales para poder emitir juicios claros, se lo denomina pensar. Sin embargo, este pensar implica secuencias. El proceso de pensar no se da de manera instantánea e inmediata; siempre requiere de secuencias dialécticas: la secuencia de escoger el objeto a conocer por intencionalidad personal, seguida de la secuencia de la comparación previa con el objeto que está en nuestra memoria y, finalmente, la secuencia que opera como síntesis final. A estos procesos que intervienen en la cognición la filosofía los denomina: tesis, antitesis y síntesis.
El proceso No-dual no opera de esta manera secuencial sino de forma simultánea. En el proceso No-dual la conciencia se define de una manera diferente: es el acto de saber y saber que se sabe. La conciencia no adopta una forma exclusivamente individual sino que llega a adoptar la forma total del campo cognitivo a conocer y de cada uno de los constituyentes de este de manera simultánea. La No-dualidad opera, como actividad cognitiva, cuando la conciencia se distribuye uniformemente en todo el campo (como sujeto y objeto simultáneamente) y no como parte exclusiva de una fracción del mismo (a la que se denomina sujeto). De tal manera, la conciencia cuando conoce, conoce como un todo y a la vez las innumerables conformaciones del campo a conocer.