Estudiante: Comentas que «Nuestra cognición es parecida a una cámara: siempre tiene límites, fronteras», sin embargo, ¿no podemos asegurar que más allá de esos aparentes límites hay mundo?
Sesha: Solo podemos asegurar la realidad hasta aquello donde nuestras fronteras sensorias o nuestras sondas que extienden los sentidos nos permiten. Aun así, cuando la función búdica, el aspecto intelectivo de la mente, es capaz de afianzar exclusivamente a la conciencia individual, esta se advierte no-diferenciada del resto de lo potencialmente existente; a ello le denominamos Meditación.
Estudiante: ¿La atención en sí misma establece límites?
Sesha: No, es la mente en su funcionamiento, y dependiendo de las fracciones que en ella operen, la que determina uno u otro paradigma cognitivo, al igual que el espacio, cuya naturaleza es ilimitada, parece delimitado por metales, árboles o animales.
Estudiante: Cuando la atención se sitúa en los objetos, ¿tanto el consciente como el subconsciente se fusionan o su aparente división desaparece?
Sesha: Cuando la atención salta al paradigma cognitivo de la Meditación, esto es, asociada a un campo abierto no-dual, entonces inconsciente y consciente no se unen, se hacen no-diferentes. En los restantes paradigmas aparecen diferentes inconsciente y consciente.