Estudiante: Objeto-sujeto, interior-exterior, el mundo exterior sin sujeto y el interior sin el mundo sensible. ¿El camino hacia la no-dualidad pasa por fragmentar, por aislar los componentes para experimentar luego la integridad de todo?
Sesha: La no-dualidad no requiere desintegrar el mundo interno del externo. Simplemente ambos, bajo la óptica común, no pueden advertirse simultáneamente. Jugar a la continua presencia de uno de ellos provee, justamente, la integración simultánea del otro.
Estudiante: Se me plantea el clásico problema entre el observador y lo observado, donde lo observado es modificado por el observador. La solución del Advaita consiste entonces en decir que existe lo Real independientemente del observador. ¿Es, pues, un realismo lo que plantea el Advaita?
Sesha: No depende de la mirada del observador; debes salir del axioma objeto-sujeto. Objeto y sujeto son tan solo información, son la sustancialidad del acto autoevidente y evidente de la Conciencia. El Advaita no es realista ni idealista. Objeto y sujeto subsisten como entidades pero en esencia son no-duales.
Estudiante: Si uno sale del axioma objeto-sujeto, ¿qué es lo que sale o se separa?
Sesha: Salirse del axioma es no ver el universo solamente como dos entidades llamadas «objeto» y «sujeto». Puedes resumirlas en «información» y entonces no queda un axioma dual cognitivo. La no-dualidad plantea la no-diferenciación del conocedor con lo conocido. No siempre lo que conoce es un sujeto, ni siempre lo conocido es un objeto. Puedes, por ejemplo, convertirte en objeto de ti mismo como sujeto.