Estudiante: Todo es Conciencia; increada, causa de todo, autoexistente, autoevidente y continua, inmanente a la vez que trascendente, pero resulta tan difícil operativizar dicho reconocimiento para manejarnos en el día a día, convertir este concepto en una suerte de brújula que nos permita navegar por el mar de la existencia…, pero si no hay un agente actuante tras la acción tampoco puede existir tal cosa como una decisión personal, o lo contrario, una duda personal sobre qué acción es la correcta… ¿Es todo ello, por lo tanto, una expresión del Todo? Si no hay voluntad personal, ¿la fuerza que nos empuja a actuar en un sentido en vez de en otro, o a no actuar porque nos paraliza la incertidumbre, sería la voluntad del Todo? ¿Hay algún puerto al que llegar y en el que encontrar merecido descanso tras esta extenuante lucha por comprender? ¿Ese puerto se encuentra en la rendición? Pero de estar ahí, ¿quién se rinde a quién? ¿El Todo a sí mismo?
Sesha: Advierte cómo tu propio organismo funciona sin voluntad; basta a su naturaleza darle comida para que sus funciones sigan en curso. Nota el movimiento planetario y las fuerzas que mantienen a las leyes de la física: ninguna de ellas requiere de voluntad externa.
Estás por hábito acostumbrado a reaccionar por condicionamientos. Haces de tu historia tu presente, conviertes tu futuro en tu presente. Afiánzate en la simple atención cotidiana a las cosas que haces y evita pensar en las intrincadas relaciones metafísicas que la Conciencia teje mientras sustancializa la materia. Nota la presencia de un instante que nunca invade otro y advierte cómo el juego de la vida no requiere de la voluntad.