Todas las cosas, todos los eventos que configuran la existencia están interconectados en tiempo y espacio. Absolutamente todos. De hecho, los eventos del futuro por ejemplo, tienen simetrías en instantes presenciales. Hay simetrías muy claras y consistentes, fáciles de determinar porque son relativamente abiertas, como el resultado de una batalla, la enfermedad de una persona… Los antiguos eran profundamente diestros en dichas situaciones y jugaban oracularmente con todo ello. Desarrollaron diversos tipos de mancias, es decir, diversas herramientas que les permitían adentrarse en el manejo de esa interconexión que envuelve a los eventos: las vísceras de los animales, el vuelo de los pájaros, los oráculos, específicamente el de Delfos… Todo ese conocimiento, esa destreza, se ha visto con el correr de los tiempos arrinconada ante la pujanza del raciocinio. Se desecha su valor por considerarlo falto de rigor, como una superchería carente de validez, cuando lo que expresa es una manera de abordar facetas de la realidad altamente interesantes.
Mancias
- Publicación de la entrada:19 de abril de 2015
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