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Manana

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Estudiante: Pitágoras aconsejaba reflexionar sobre todos los acontecimientos diarios con el fin de valorar su naturaleza y con ello tener mayor claridad interior. Suelo hacer dicha tarea a diario como una práctica meditativa a cada noche antes de acostarme.

Sesha: Sí, el maestro de Crotona era un personaje al parecer muy especial y con un caudal lógico bastante interesante. Intentaré explicarte cómo la reflexión puede convertirse en una herramienta a favor de la búsqueda interior; sin embargo, para ello debo hacerte primero algunas preguntas. ¿Tienes actualmente algún problema que ocupe tu mente, algo sobre lo que puedas reflexionar ahora mismo?

E: Bueno, llegan las vacaciones y aún no he decidido dónde viajar con la familia.

S: ¿Qué es lo primero que se te ocurre pensar?

E: Pues que debo ir de vacaciones con la familia a algún sitio.

S: Eso es evidente. Ya teniéndolo claro, ¿cuál es el paso siguiente en el que debes reflexionar? ¿Aparecen otros pensamientos diferentes a lo que debes pensar?

E: Aparece la calle frente a la oficina; no entiendo por qué viene a colación ahora, pero sí, aparece. También veo la luna, y un paisaje que desconozco…, es increíble cuántas cosas, mientras busco hacer algo tan elemental como desarrollar el viaje familiar.

S: Eso es lo primero que quiero que notes: cómo los pensamientos invaden la propia reflexión. Te pregunto nuevamente, ¿qué paso o pasos iniciales debes tener en cuenta para organizar tu viaje?

E: Pues la duración, el coste, las personas que vamos, el lugar a donde ir…, ¡son variables que dependen unas de las otras!

S: Escoge entre las descritas una que sea preeminente sobre las demás.

E: Tal vez el dinero…, no, el lugar…, tal vez el tiempo de duración, puff, no sé exactamente cuál de todas es más importante.

S: No te preocupes, la idea es reflexionar sobre cada una de ellas para encontrar la prioritaria. ¿Vienen nuevos pensamientos mientras intentas buscar el orden de prioridad?

E: En verdad, mi mente está más en otros lugares que en el afán de categorizar las opciones del viaje. Ahora que me doy cuenta, esto de reflexionar es un poco complejo.

S: Supón que el dinero es la primera opción que debes aclarar. Intenta entonces desarrollar tu flujo de caja para esas vacaciones.

E: Bueno, debo mirar ahorros, qué deudas tengo, cobrar algo que me deben y saber así si debo o no pedir algo de dinero al banco

S: Vamos, reflexiona sobre un valor estimado que puedas reunir y con ello pasar al siguiente nivel, que puede ser la duración del viaje o el lugar donde se realizarán. Nota si te acompañan otros pensamientos que nada tengan que ver con tu búsqueda.

Cuando puedas mantener un nivel de reflexión completamente continuo y aislado de cualquier otra referencia mental, entonces podrás convertir ese flujo de certezas que aparecen en algo digno que permita construir tu interioridad.

Nosotros en el Advaita llamamos manana, reflexión sobre algo enseñado por un maestro, a la forma de trabajo interior a la que debe someterse todo discípulo. En una mente solo medianamente reflexiva y clara, es imposible sembrar la semilla del discernimiento interior, simplemente no florece. Sostener la atención en un evento ininterrumpidamente es el corolario de una reflexión profunda; justamente eso busca la meditación.