Estudiante: Nada lleva al caos más a los niños que los cuentos, que luego les repercute en sus relaciones, en su autoconcepto, etcétera.
Sesha: Los niños creen en lo que los adultos les cuentan, incluso si escuchan cosas absurdas. Son pequeñas esponjas prestas a absorber el líquido del saber. Un cuento, al igual que todas las demás cosas, puede indigestar mal tomado.
Estudiante: Me gustaría saber si conoces alguna bibliografía sobre ejercicios o técnicas para enseñar a meditar a los niños.
Sesha: A los niños, al no tener una identidad sólida y definida, no les es fundamental enseñarles el mecanismo de la meditación; solo deben aprender a gestionar correctamente su mundo interior. Son los adultos los que deben controlar su mente, puesto que nuestros niños, de por sí, la tienen equilibrada mayormente.
Sí es menester preocuparse por desarrollar las habilidades innatas de nuestros niños. Eso les permitirá en un futuro contar con herramientas correctas para su propio desarrollo personal.
Estudiante: Si no hay «yo» en el niño, ¿por qué enferma?
Sesha: El cuerpo físico, al igual que la mente, posee causas en condiciones ancestrales y genéticas. Así como un niño desarrolla un tipo de color de ojos, que es un rasgo muy peculiar, así también desarrolla ciertas susceptibilidades psicológicas y físicas.