Tanto el budhi como el manas tienen infinitas gradaciones, de igual forma que los colores tienen infinitos tonos según sea la mezcla de los colores primarios que los componen. No se requiere de inmensos contrastes en la constitución de la materia mental para crear variaciones de cualidad de pensamientos, emociones, pasiones y sentimientos. Bastan pequeños vestigios de cambio en los constitutivos materiales del antakarana para introducir una inmensa gama de contenidos mentales. Esta teoría de los constitutivos de la mente se parece bastante a la conformación de la materia que la física cuántica propone: según sea la mezcla de los quarks, cuya energía es un tercio, y según sea su relación para generar con otros quarks tres tercios de energía, o producir un color blanco si se relaciona con un antiquark, así surgen las diversas características de la materia emanadas de las condiciones de mezcla predichas. Dependiendo del fraccionamiento de los cinco elementos sutiles y de la mezcla entre sus aspectos sátvicos, se crea un upadhi, un órgano denominado mente o antakarana cuyo fin primordial es reconocer, procesar y sintetizar información y poder, a su vez, reflejar una consciencia individual.
Los constitutivos de la mente
- Publicación de la entrada:14 de octubre de 2015
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