El análisis cosmológico de la filosofía Advaita establece que en todo plano de manifestación, ya sea material o ideal, subyacen tres tendencias primarias de materia arquetípicas o potenciales, llamadas gunas, que por mezcla sucesiva manifiestan y conforman todo lo existente. Se parece al modo en que los tres colores primarios, por combinación entre sí, son capaces de recrear infinitos tonos. Las tres cualidades básicas que en su estado primigenio se manifiestan como potencialidad de materia son: rajas, o tendencia a la actividad (vibración, movimiento, energía, etcétera); tamas, tendencia a la inercia, a la cristalización (manifestación, fijeza, densidad, etcétera), y satva, tendencia al equilibrio (vida, existencia, belleza, etcétera).
Esta triple sustancia, que opera como denominador común básico en el universo, ha engendrado en Oriente el desarrollo de diversos modelos intelectivos: medicina, música, psicología, filosofía…, configurando un orbe de correlatos interrelacionados por la teoría holística de las gunas. Así, los orientales, a diferencia de los occidentales que compartimentan las diversas áreas del saber en islas, fueron capaces de establecer relaciones entre los diversos modelos, al igual que para el buen funcionamiento de un reloj de cuerda cada rueda, sea grande o pequeña, está relacionada con las restantes.