Estudiante: Entiendo que lo que sugieres es un tipo de indagación como la que llevó a Descartes a pronunciar su famoso “Pienso, luego existo”. No acabo de entender, supongo que es porque intento hacerlo… ¿Cómo y por qué es necesario, para una vida plena y feliz, no diferenciarme de mi entorno…? Un sofá es lo que es, yo no soy él, lo mismo un libro o un lápiz… ¿Por donde me aconsejas que empiece para entender la filosofía Advaita?
Sesha: No es exactamente la continua negación de la percepción ni el discurso socrático lo que el Advaita busca.
La sorpresa de ver un mundo que cambia constantemente te lleva a convertir dicha sorpresa en asombro y este en presencia. Así, el mismo mundo que antes te sorprendía, luego te asombraba y finalmente te sostenía en actitud presencial, se convierte en la base de una libertad psicológica al hacerse de manera sostenida.
Estudiante: ¿Cómo se puede redescubrir un objeto ya conocido con sorpresa?, parece totalmente imposible.
Sesha: No es imposible observar los objetos con sorpresa. Lo has hecho de niño durante muchos años seguidos. Todo va finalmente de observar el mundo sin intentar recordarlo en exceso.
Una mirada inocente respecto a ti mismo y al mundo que te rodea es suficiente.
Estudiante: Te he oído comentar que “La sorpresa se sabe, no se siente”, pero creo que se siente también, como una presión en el pecho, así sea positiva o negativa…
Sesha: La sorpresa no es un evento posterior a la cognición. La sorpresa es la misma cognición, es la fuerza que atrapa y que une las cosas cuando se las percibe. Sentir o pensar son condiciones posteriores que sirven de intermediarios en la cognición; son puntos de reflejo de la luz pero no son la luz.