Estudiante: Si limpias el karma, ¿llegas antes a la No-dualidad?
Sesha: No exactamente. La teoría de karma enraíza el conjunto de las informaciones y determina su causa-efecto. El concepto de nombre y forma se asocia a procesos cognitivos y no necesariamente nombre y forma están asociados al sentido de pertenencia de quien conoce. Puedes, eso sí, afirmar que mientras hay karma hay nombre y forma, pero donde hay nombre y forma no necesariamente hay karma, tal como ocurre en las percepciones No-duales, donde los objetos existen, pero es posible detectarlos sin que nadie los detecte.
El karma es la relación causada por las acciones que ejecutas egoícamente. Retirar al yo de la acción implica imposibilitar al karma presentarse en un potencial futuro. La propia libertad que da el actuar en forma de dharma, es decir, sin apetencia de fruto en la acción y sin sentido egoico, te llevará de manera natural a decantar tu propia mente hacia la No-dualidad.
Estudiante: ¿Cómo rompemos el encadenamiento kármico?
Sesha: El encadenamiento kármico no lo puedes romper mientras intentes hacerlo. Él nace de la forma de cognición intencionada con la que adviertes la acción física y mental. La presencia egoica en la percepción induce la génesis kármica. No existe una acción que te permita fraccionar el karma, pues este nace de la ignorancia al no reconocer la verdadera naturaleza del Sí Mismo.