Inicialmente, en la práctica meditativa interna, se intenta no pensar tanto dándonos cuenta de lo que está pasando en el mundo interior. Darse cuenta es parte de otra plataforma cognitiva a la que llamamos Indagabilidad.
Lo que más experimenta el ser humano es la Identificabilidad, es decir, el asumir las condiciones de los objetos que percibimos y hacernos partícipes, propietarios de ellos y de los resultados que éstos puedan otorgar.
El objeto principal de la práctica meditativa es alcanzar un proceso que en la cognición se llama No-dualidad y que en la practicidad se llama Intuición. La Intuición provee la posibilidad de acceder a unas condiciones diferentes de percepción. A los procesos profundos y estables de Intuición los llamamos Viveka o Discernimiento. El desarrollo del Discernimiento como facultad cognitiva nos permite justamente sostenernos en la No-dualidad.
El objeto esencial de la práctica meditativa es experimentar la No-dualidad en el Mundo Interno o la No-dualidad en el Mundo Externo, puesto que cualquiera de los dos eventos es posible. Tenemos que educar la mente y llegar a ese punto. La mente es compleja, es difícil de controlar y dominar, hace lo que le da la gana, piensa lo que quiere, está llena de preconceptos, de condicionamientos que nos hacen responder de un modo que no queremos responder.
Con la práctica lo que se intenta es dominar la mente. El arte de situar la Atención sobre la Atención misma no es fácil. Es fácil cuando no hay el mínimo atisbo de interés en hacerlo, como cuando nos concentramos.
Aquellos que no puedan solo intenten darse cuenta que están pensando. Si logran darse cuenta de ello cortarán el flujo ininterrumpido de pensamientos.
Darse cuenta es una operación cognitiva que nos sitúa en un momento especial al que llamamos Presente, un Presente que es Cognitivo, no termodinámico.
Cuando estábamos en clase, en el colegio, sonaba un timbre o una campana que indicaba que la clase había terminado. Darse cuenta es algo similar. Es como una llamada de Atención que nos indica que estamos en el lugar equivocado.
Darse cuenta es un primer atisbo, una primera forma de modelar la mente. ¿Cuánto tiempo pasamos a diario atrapados en pensamientos de todo tipo, sin darnos cuenta que estamos pensando, convertidos en la barrena que implica pensar en cosas sin sentido? ¿Cuántas veces, cuando les hablo, empiezan a pensar sin querer hacerlo, o bien por condicionamientos o bien por cualquier tipo de evento?
El lugar correcto, cuando uno se da cuenta en el mundo interior, es la aparición de un inmenso vacío carente de contenidos mentales. Intenten estar al acecho de cualquier pensamiento que aparezca y empiecen a notar qué es lo que ocurre, qué es lo que aparece y lo que acontece en su mundo interior.
*Transcripción de la introducción del Internado de Torrent impartido por Sesha en agosto de 2022 (por Sara González)