Estudiante: ¿Por qué se sataniza tanto el deseo? ¿Tan malo es desear?
Sesha: Al deseo se lo sataniza en razón de creer que la trasformación interior debe realizarse bajo protocolos morales. Cuando la obtención de la virtud se basa en la acción mental o física, el ser humano se ve impelido a reaccionar guiado por protocolos morales.
La falta de claridad sobre cuál ha de ser el camino correcto para desarrollar la búsqueda interior ha sido, y es aún hoy, el origen de innumerables conflictos sociales, culturales y políticos.
Estudiante: Comentas que la virtud no es más que la expresión de las altas cualidades morales, pero la virtud fenoménica puede aparecer como un talento natural. Por otra parte, tenemos un estado de creatividad que trabaja de forma no condicionada, y de ahí surge esa enérgica y creativa expresión donde lo condicionado por la moral no tiene cabida.
Sesha: Una virtud natural otorga de forma espontánea una comprensión sobre su naturaleza. Esta comprensión, al igual que las restantes cuando se activan conscientemente, llevan implícita la ausencia del «yo». Ello nos lleva a establecer que la interpretación de una virtud fenoménica no es en sí un proceso moral sino uno cognitivo.
Los modelos cognitivos son adecuados para transitar un camino interior, no así los morales. La moral posee una descripción altamente relativa, circunstancia que la atención no posee. La atención es un continuo de saber que no posee categoría alguna, razón por la cual se convierte en un referente universal.