Sesha: ¿Quién crees que es el ejecutante de la acción durante los momentos en que no existe presencia del “yo”?
Estudiante: No lo sé exactamente; me es imposible identificar con claridad el momento mismo del cual hablamos. Simplemente, todo ocurre. Supongo que me ocurre a mí, pero efectivamente durante esos instantes no hay sentido de sujeto.
Sesha: La actividad consciente permanece, pues hay cognición, pero dicho acto consciente no puede denominarse individual, pues no hay sujeto que se reconozca a sí mismo como tal en ese momento de la cognición, es decir, mientras realizas la acción concentrado y completamente atento. Cuando nuevamente aparece tu individualidad el universo cognitivo se reordena, o mejor sería decir que se desordena, creando un sentido firme de dualidad.
Estudiante: ¡Cuando soy consciente de mi ausencia de consciencia individual, el anterior estado se esfuma como por arte de magia! Puedo ver el mundo con o sin “yo”, ¡pero el mundo sigue existiendo!
Sesha: Es cierto, el mundo sigue existiendo, tan sólo varía la forma consciente de experimentarlo. Se vuelve a plantear la cuestión: ¿cómo podrías explicar que, aunque no hay consciencia individual, la cognición permanece?
Estudiante: Una vez más debo reconocer que es extraño plantear cognición sin quien conozca. La verdad, no podría decir quién conoce en el mismo momento en que permanezco absorto realizando la acción. Lo que sí puedo confirmar es que el mundo permanece y la acción se sigue realizando, evidentemente más eficiente.
Sesha: Tal vez una solución a ese dilema pueda ser que la consciencia no requiere del “yo”; o mejor aún: el sentido de “yo” no es consciente por sí mismo. En razón de ello, la consciencia es capaz de conocer por sí misma pues ella es en esencia conocimiento, pero no requiere de un “yo” ni de una conciencia individual. Los orientales ejemplifican esta circunstancia comparando la conciencia individual con la luna y a la conciencia No-dual con el sol. Afirman que la luna no tiene luz propia, es decir, que la mente individual no posee inteligencia por sí misma. El sol es la causa del aparente brillo lunar, al igual que la aparente conciencia individual pareciera que conoce. Como podrás darte cuenta, existen otros modelos cognitivos que explican la momentánea ausencia del “yo”. Estos nuevos modelos otorgan a la conciencia misma su capacidad de saber. Cuando la conciencia se asocia a un “yo” establece un nivel de conciencia dual. La experiencia dual de sujeto-objeto es una forma de interpretar el mundo, pero no la única ni la más fiable.