Estudiante: ¿Toda fluctuación mental es duda?
Sesha: Sí, incluso pensar en la duda también es dudar. Toda actividad dialéctica mental requiere de duda. La duda lleva implícita la actividad egoica, puesto que la actividad egoica es eminentemente diferenciadora. Sin embargo, existen variados tipos de cognición inmediata que no requieren del proceso dialéctico. La duda, como fluctuación, es un proceso, un modelo cognitivo que Occidente plantea como protocolo de funcionamiento de la mente. El Advaita se acerca a dicho protocolo pero esgrime un diseño de la mente basado en la superposición de cuatro estados básicos a los que denomina manas, chitta, budhi y ahamkara; duda o fluctuación, memoria o materia mental, intelecto y yoicidad respectivamente. Por extensión, el advaita plantea percepciones donde prima cualquiera de los cuatro estados. Por dicha razón existen variadas formas de cognición posibles que se relacionan con cinco diversos estados de conciencia: Sueño, Pensamiento, Observación, Concentración y Meditación.
Buscamos un tipo de cognición en el que prepondere la actividad búdhica. De esta manera la actividad fluctuante manásica, al igual que la actividad diferenciadora ahamkara, no se hacen presentes, situación que conlleva a cogniciones no-diferenciadas o no-duales.
La cognición búdhica se asemeja al acto mismo que opera en el aprendizaje. También budhi podemos notarlo en el proceso mismo de la sorpresa. En ambas situaciones la mente deja por fracciones de fluctuar entre opuestos y emerge el brillo intelectivo del saber. La falta de quietud mental tiene origen en que tu sistema mental no logra sostenerse de manera estable en una condición de aprendizaje, de sorpresa, en un acto de conocimiento, en un acto de saber. Para promover cogniciones estables y poder de forma estable navegar en el océano de tu mundo interior, es necesaria la barca del presente. Pero si sitúas la barca en un desierto no navegará.
Cualquier trasfondo de inquietud que surge en tu mente respecto a la práctica interior no es más que la imposibilidad de poder sostenerte o poder sostener el nivel de comprensión presencial de lo que tú crees que eres. Dicha comprensión debe ser sostenida, pero lo impiden las imágenes mentales cambiantes, el sueño y el cansancio.