Estudiante: El otro día comentaste algo sobre la entrega. Es como si en aquel momento hubiese comprendido el acto mismo de la entrega. No es que te entregues a un maestro, es mucho más allá, es algo infinito, no sé.
Sesha: La entrega es una forma de comprensión, es decir, una forma de no-duda respecto a aceptar de otro, mediante una enseñanza, que las cosas son lo que son. La carencia de dudas libera tu interior. Mira lo que dice el Gita:
«El Indestructible, el Supremo, es el Eterno, Su naturaleza esencial es el conocimiento del Ser»1
Eso es en esencia la Conciencia: conocimiento del Ser. Los gnanis somos diestros en situarnos en esa condición y permanecer allí, ¿me sigues?
Estudiante: Sí.
Sesha: Un aguzado discernimiento permite conocer lo que Es, reconocer qué Es lo real versus qué no lo es. Además, permite sostenerte en el afianzamiento de dicha comprensión, sin duda alguna.
Entonces, cuando afirmamos: “hay que estar atentos a cada acto de la vida”, convertimos cada momento en un universo de aprendizaje y de libertad. Cuando les digo: “hay que estar presentes”, busco situarlos en la condición pura de la comprensión misma. Lo más cercano a la comprensión es el acto mismo del aprendizaje, el momento del aprendizaje, el acto donde se sabe. La comprensión que deviene de cualquier proceso intelectivo se sostiene en Eso. Eso es el flujo de la Conciencia. Esta condición se basa en sí misma, se ilumina a sí misma. El acto del conocer no tiene nada previo atrás.
1 Bhagavad Gita, estancia 8, sloka 3.