Hay a quienes les es profundamente difícil situar la Atención en la Atención o Amar de manera inegoísta, y tampoco logran a través del Dharma realizar la acción. Para ellos no existe otra opción que la disciplina física y mental, el estudio frecuente y enfrentar la pugna interior que el mismo Arjuna presenta ante la imposibilidad de reconocer si debe luchar o no en la batalla que se abre ante sus ojos.
Una mente sin Discernimiento desarrolla una capacidad intelectiva que le provee reconocer el pro y el contra de aquello con lo que cotidianamente se enfrenta. Es decir, esta provisto para leer un texto y entenderlo, para realizar actividades sociales diarias y para aprender y sentir el mundo. Pero el Discernimiento es una capacidad de gestión metafísica que muy pocas personas desarrollan, por lo tanto deben buscar a quienes lo posean si desean transitar por los laberínticos mundos de la mente.
Esa es la razón de la búsqueda de un maestro calificado. Navegar y conocer las profundidades de la mente requiere una capacidad de auto observación que suele desarrollarse mediante un ejercitamiento muy largo. La mente-cerebro ha evolucionado durante milenios desarrollando facultades superiores de evidenciación y auto evidenciación. Ahora ya es consciente de su propia existencia y la del mundo; transita por los caminos de una realidad que compagina sueño y vigilia desde un trasfondo netamente dual. Ahora es el momento de iniciar su viaje de regreso a casa, es necesario la ayuda de los maestros que han percibido la inmensidad de la No-dualidad y acercarse a ellos para encontrar la manera de seguir su rastro hacia lo infinito.