Asistente: Suelo iniciar mi práctica interior situando mi atención en la respiración, ¿ello es válido?
Sesha: Sí, es permitido. Existen técnicas de pranayama cuyo fin es preparar, mediante el control adecuado de la respiración, estados profundos de Observación, Concentración o Meditación.
Evidentemente, convertir a la atención en objeto de su propia atención no es la práctica más frecuente ni la más sencilla de lograr; requiere de un altísimo nivel de control interior. Sin embargo, y antes de lograr estados profundos de no-dualidad, hay estudiantes que suelen necesitar peldaños que los lleven paso a paso al encuentro con el Ser.
Normalmente, al inicio de la práctica interna es difícil disminuir la agitación de los vrittis, de los pensamientos. La mente, sumida en la vorágine del pensar y del sentir, trae todo tipo de recuerdos que vertiginosamente se confunden los unos con los otros. Para ralentizar la mente se requiere en algunas ocasiones, en los estudiantes que no tienen una estructura mental adecuada, un paso previo de atención a la respiración; ello calma un poco la mente, pero ha de entenderse que la atención a la respiración es una práctica de meditación externa.
La errónea disposición de la atención es un hecho frecuente. Situar la atención proyectándola a través de los sentidos a los objetos es la manera correcta de estar “fuera”. La práctica externa requiere que la atención se pose sobre los objetos, sobre lo conocido, y no sobre el conocedor. Colocar la atención en quien percibe los objetos externos induce un sentido de distancia que promueve la dualidad cognitiva objeto-sujeto.
Debes escoger situar la atención en escuchar la respiración. Otra opción es situarte en el tacto y notar el flujo respiratorio ascendiendo y descendiendo entre nariz y pulmones o, incluso, notar el movimiento pulmonar. Todo menos reconocerte como sujeto que respira.
Si lo haces correctamente, es decir, si te sitúas en los objetos y no en la actitud de observador de estos, el sistema te llevará espontáneamente “dentro”; allí serás espectador del vacío interior, situación que se traduce como ausencia de pensamientos, es decir, pasarás de Observación Externa a Observación Interna.