Hay un concepto fundamental en la filosofía Advaita al que denominamos “identificación”, en sánscrito adyarupa. A este término también se lo denomina “sobreimposición”, y tiene que ver con la aparición de maya (ilusión o ignorancia).
Adyarupa, es decir, la falsa identificación de la realidad con la irrealidad, implica asumir algo conocido como válido cuando no lo es. Existe un ejemplo clásico al respecto que intenta aclarar dicha idea: un caminante va por un sendero y al mirar desprevenidamente al suelo, observa asustado la aparición de una serpiente que al parecer intenta atacarlo; sin embargo, lo que realmente hay allí es una soga enrollada.
La falsa identificación consiste en una impresión de la cognición que origina una falsa realidad. Es importante anotar que nunca se plantea una falta de capacidad consciente por parte de quien observa, es decir, la Conciencia no tiene que ver con la problemática de la falsa percepción ya sea por exceso o defecto de su propia naturaleza y actividad. La Conciencia es una actividad continua cuya esencia es dotar de conocimiento y no varía jamás ni tiene modificación alguna. Esta invariabilidad de la Conciencia es la causa de que parezca tan real la soga como la serpiente.
La errónea identificación, que genera una sobreimposición en la realidad percibida, nace a causa de que en el proceso cognitivo emerge una actividad denominada ahamkara (yoidad o sentido personalístico), es decir, la presencia de un sujeto conocedor independiente de lo conocido, el objeto. La sobreimposición nace en la operatividad cognitiva individual y emerge de manera contundente, junto y simultáneamente con la aparición de la unidad cognitiva individual a la que denominamos “sujeto”.