La atención no depende de ninguna variable temporal ni espacial. Situar la atención en tu interior y responder al presente que en él acontece es la base de la práctica interna. Con la destreza adquirida, un día notarás que la espontánea condición de vida que existe en tu interior es la continua presencia de la atención atendiéndose a sí misma en todo lugar y tiempo. Mientras ello no se logre, apresúrate a practicar en el momento que tengas libre para ello.
Para notar un posible cambio en tu estructura mental, deberás por lo menos practicar diez o quince minutos al día dos o tres veces por semana. Al igual que si deseas tener una musculatura prominente no te servirá ir al gimnasio una vez por mes, de igual forma para detectar un cambio en tu mente tendrás que forjar un hábito adecuado para ello.