El Bhagavad Gita, desde la perspectiva del proceso epistémico, crea un paradigma de la conciencia. Este nuevo paradigma sirve, a su vez, de cauce para una nueva forma de percibir la realidad.
En el modelo occidental del proceso epistémico, planteamiento del paradigma del conocimiento, hay tres elementos: sujeto conocedor, objeto conocido y poder de conocimiento. El Bhagavad Gita plantea un modelo cognitivo añadido en el que conocedor y conocido son no diferentes y lo denomina “No-dualidad”.
A partir de ahí, realiza un planteamiento metafísico en función del cual lo Real es aquello que se conoce a través de la condición de la conciencia no-dual. Si usted cuando escucha, come, piensa, camina, habla, etcétera, reconoce los eventos desde una perspectiva dual, eso es ilusorio. Si cuando escucha, come, piensa, camina, habla, etcétera, se referencia como conocedor desde una perspectiva no diferenciada, eso sí es lo Real.
Es así como se plantea una ética, un deber, un cumplir las acciones desde una perspectiva no-dual que corresponde, necesariamente, a la ausencia de la condición egoica en la acción. Si hay condición egoica, la acción es ilusoria y lleva a la producción de karma. La comprensión errónea lleva a la ignorancia. Ignorancia y karma van de la mano. De esta manera, el nuevo paradigma que se plantea desde el Bhagavad Gita nace, sencillamente, del replanteamiento de qué es la conciencia para, desde ahí, cambiar la epistemología, la teoría del conocimiento y, a su vez, establecer un nuevo modelo metafísico.
