Estudiante: De un tiempo para acá, en la práctica interna, el yo permanece como un bloque sólido, siempre ahí, como una sensación de la que soy testigo y que dificulta situar el espacio entre contenidos mentales. ¿Es esto reflejo de lo fuertemente arraigado que está el yo en mi vida diaria?, porque continuamente trato de salir a los objetos externos, pero precisamente esa intención llega cargada de yo.
Sesha: Estás acostumbrado a esforzarte para todo. ¿Acaso te esfuerzas para respirar o para ser? Tienes el síndrome del yo cansado. Crees que el camino interior es una vía de lucha mediante la disciplina, cuando el conocimiento ya está y basta no agitar la mente para detectarlo.
Estudiante: ¿Seria correcto decir que yo soy el testigo de este cuerpo-mente y de todo lo que acontece momento a momento? Si esto es correcto, ¿solamente en la meditación interna y no en la externa conllevaría la aparición del testigo?
Sesha: En la meditación externa también existe testigo, pero evidentemente no asume condición similar a como cuando estás pensando en vigilia. Advierte que mientras duermes hay testigo o atestiguado, pero su naturaleza no es similar a cuando estás despierto.
Existen diversas formas de ser testigo. Evidentemente lo que atestigua cuando dices “soy el testigo de este cuerpo-mente” no permanecerá en otros estados de conciencia. La forma del testigo cambia a tal nivel que existen estados de conciencia donde él no se asocia kármicamente a la acción que realizas.