La sustancia de la conciencia es la información; esto es muy importante. Sustancia es aquello palpable, lo que tiene estructura; de ahí viene el concepto gramatical “sustantivo”, lo que tiene corporeidad, lo que es mensurable. Ante la frase: “La manzana azul”, “azul” es un calificativo, “manzana” es la sustancia, ya sea ideal o material. La información, entonces, es la sustancia de la conciencia.
La información es adimensional; la conciencia es adimensional. La información no tiene partes; la conciencia no tiene partes. Los objetos son la suma de infinitas informaciones; la realidad es la suma de la conciencia misma. Todo es conciencia.
Si la sustancia de la conciencia es la información, por extensión el universo que conocemos es información que se expresa como ideal o real. Sustancia ideal es aquella que conforma los pensamientos; sustancia material son los objetos másicos e independientes de quien los conoce. Todo objeto existente tiene infinitas informaciones que lo componen pero la mente solo captura una limitada fracción de las infinitas informaciones; este tipo especial delimitado de realidad se denomina maya.
Lo que se acaba de explicar no es solo profundamente interesante sino, a su vez, profundamente inteligente. Conviértanlo en buena compañía de reflexión.