Existen variadas formas de indagar la naturaleza de la realidad. El Advaita, entre todas las opciones posibles, escoge el término No-dualidad como sostén de su metafísica más profunda. El término No-dualidad no se refiere a una modificación de la apreciación Monista, en la que impera una única realidad resultado de la fusión de todos los entes existentes en su causa primigenia. Tampoco se asocia al concepto Dualidad, donde la base real de todo lo creado permanece apartada de su creador.
La idea de la No-dualidad, cumbre del pensamiento humano, no ha de confundirse ni entremezclarse con posibles ideas sustitutas que en ningún momento logran explicarla de forma correcta. La No-dualidad se resiste a cualquier comparación y se diferencia de todo atributo conocido por la mente.
Estudiar la naturaleza de la realidad No-dual incluye un término más cotidiano que sirve a nuestros propósitos: el concepto denominado Presente. El Presente es una realidad lo suficientemente cercana a la razón para usarla de lazarillo en el estudio de la metafísica oriental No-dual más profunda.
Es innegable la realidad y la experiencia del Presente en cada cual. Gracias al Presente la vida conquista momentos únicos. El Presente es portador de una antorcha que ilumina cada instante; su fuego aviva la mente, el cuerpo y los sentidos de quienes asisten al maravilloso teatro de la vida.
Debido a que la meta final del Advaita es el entendimiento y la experimentación viva de la naturaleza No-dual, y con el fin de iniciar el estudio de la naturaleza No-dual, se comenzará por diferenciar la naturaleza del Presente y la de los acontecimientos que se suceden en el Presente.