La Concentración requiere, para instaurarse, de la apreciación continua de un campo cognitivo no-diferenciado que esté sucediéndose en el Presente. Igualmente, la Meditación requiere, para instaurarse, de la apreciación continua de un campo no-diferenciado incluyente que esté sucediéndose.
La mente, de naturaleza inquieta y variable, se posa intermitentemente sobre contenidos internos y externos mientras Duerme, Piensa y Observa1. Los define, compara, analiza y, finalmente, emite un juicio cognitivo en forma de síntesis. El juicio avala la realidad de lo conocido y de todos aquellos que advierten el mismo contenido. Sin embargo, ¿es real un contenido por el mero hecho de que quien en común lo percibe lo denota con igual “nombre” y lo representan bajo similar “forma”? La realidad de Sujeto y Objeto no ha de establecerse en razón de la apreciación perceptiva, sino a causa de su connotación de “estabilidad y continuidad”.
La “estabilidad” implica que un ente cualquiera posea en sí mismo la causa eficiente y formal, es decir, exista y dependa a causa exclusiva de él mismo. La “continuidad” implica que cualquier ente real debe permanecer inalterable en el espacio-tiempo y, en general, en todo ambiente, en todo campo de cognición susceptible al cambio.
Ello lleva a concluir que la percepción de los entes Particulares denota la existencia de estos, pero no su realidad. Igualmente acontece con la percepción de realidades Totales. Sin embargo, la entidad No-dual sí es real. Para entender esta afirmación, imagine un sueño cualquiera que alguna vez tuviera. En él notará cómo, aunque las apreciaciones cognitivas estén sostenidas bajo el precepto de realidad, son completamente irreales, pues la “estabilidad” y “continuidad” propias a su naturaleza son inexistentes. Basta despertar para que aquellos mundos se disuelvan y de ellos quede tan solo, en el mejor de los casos, una fracción de memoria.
La apreciación continua de un contenido realizada sin esfuerzo psicológico, ya sea Particular o Total, deviene como No-dual. La No-dualidad no es un mundo “más alto”, ni “más exclusivo”; es, simplemente, el mismo universo conocido sin el esfuerzo de querer conocerlo.
No quiere decir esto que la percepción de los entes Particulares y Totales sea absolutamente irreal, no; simplemente son “aparentemente reales”, es decir, son Maya, son ilusorios, son verdaderamente falsos y falsamente verdaderos; todo es ilusorio, menos el Todo.
1Ello acontece en los estados de Sueño, Pensamiento y Observación.