El espacio total ocupado por una casa posee varios ambientes diferentes los unos de los otros: cocina, sala, comedor, habitaciones de descanso, patio, etcétera. Metafóricamente hablando, el espacio total de la casa se asimila a la Conciencia No-dual, y cada uno de los espacios limitados por las paredes corresponde a estados de conciencia diferenciados. Tanto el espacio total como el espacio de cada una de las habitaciones son en esencia, similares. Así, la Conciencia No-dual es idéntica a la conciencia individual que alienta cada uno de los cinco estados de conciencia. A su vez, los contenidos que conforman cada zona de la casa son diferentes: los baños poseen puntos de agua y luz; las habitaciones de descanso poseen camas, lámparas, ventanas; en la cocina una mesa grande, horno, estufa, etcétera. En cada uno de los cinco estados de conciencia es posible diferenciar múltiples realidades que a la luz de otros estados conciencia son imposibles de conocer o son vistos simplemente como irreales o inexistentes.
Ni aun el Sujeto1 que conoce en cada uno de los cinco estados de conciencia es el mismo. Cada Sujeto reconoce como válida la particular forma de realidad que su capacidad interpretativa mental ofrece, según los cánones establecidos en su peculiar forma de cognición. De tal manera, el Sujeto que conoce en Sueños no es el mismo, ni actúa bajo un comportamiento idéntico, al del estado de Pensamiento u Observación que ocurre en la vigilia.
1El Sujeto del estado Onírico es evidentemente diferente al que Piensa, Observa, se Concentra o Medita, pues interpreta, tal como los demás lo hacen, los contenidos de sus respectivos estados de conciencia de una forma peculiar.