El estado de Concentración externa induce la aparición de un sujeto no diferente del mundo externo que se está experimentando. El yo se ha erradicado en el estado de Observación y nace un nuevo sujeto que hace parte integral y simultánea del universo que los sentidos experimentan.
Nace un universo completamente vivo, lleno de exaltación y vida por el solo hecho de ser conocido. El conocedor está en todas partes de lo conocido y lo conocido en todas partes del conocedor; ambos son simultáneos.
Finamente, y ante la continuidad de la Concentración, surge el más alto estado de percepción: la Meditación. Allí los sentidos expanden sus funciones más allá de los límites físicos normales: el sujeto de la Concentración muere y da paso a un nuevo sujeto sin fronteras de tiempo ni espacio, el atman. El atman se convierte en el perceptor de todo el universo conocido y por conocer, se convierte en un evento que no diferencia entre lo conocido y quien conoce: el mundo se conoce a sí mismo pues él es evidentemente la sustancia de la conciencia No-dual.