En la Observación interna existe una actividad dual en la cognición: el mundo se interpreta mediante un tipo de relación objeto-sujeto; tiende a permanecer la presencia exclusiva de uno o de otro. En el estado de Observación no está activa la función ahamkara de la mente, lo que conlleva a que no exista el sentido de “yo” tal como se establece en el estado de Pensamiento; ello desemboca en la ausencia de karma en el estado de Observación. El sujeto de la Observación no establece vínculos causales mientras reacciona cognitiva y físicamente con los objetos de dicho estado. Además, es la conformación de la mente denominada chitta la que asume el control de la cognición. Tanto manas como chitta y ahamkara son atributos o características de la mente misma, antakarana, sin embargo, en cada estado de conciencia asumen roles que las determinan como agentes especiales de la cognición.
En Observación la mente asume, gracias a la actividad primaria del chitta, la condición de ser perceptor de la acción, razón por la cual se establece una representación del universo acorde a esa situación. “Exin” es la palabra con la que definimos la particular forma de sujeto en el estado de Observación; dicho “exin” no tiene nada que ver con el “yo” del Pensamiento ni con el “yo” onírico del Sueño.