El Presente posee una naturaleza similar a la de la Conciencia: es No-dual. El Presente reviste una condición idéntica a la de la Conciencia gracias a que el Presente es en sí mismo Conciencia y la Conciencia en sí misma es Presente.
Cuando un Sujeto percibe continuamente y sin causalidad1 los diferentes acontecimientos que conforman la temporalidad denominada pasado2, entonces el Sujeto se advierte en el estado de conciencia denominado Sueño.
Cuando un Sujeto percibe continuamente y con causalidad3 los diferentes acontecimientos Particulares o Totales que conforman el pasado, entonces se advierte que el Sujeto es parte del estado de conciencia denominado: Pensamiento.
Cuando un Sujeto percibe momentáneamente los diferentes acontecimientos que fluyen en el Presente, entonces el Sujeto del estado reconoce la experiencia como una realidad asociada al estado de Observación.
Cuando el acontecer que se sucede en el Presente es percibido por la Conciencia misma, que la advierte como contenido No-dual en Forma excluyente, el estado de conciencia asociado a esta experiencia se denomina Concentración.
Y finalmente, cuando de manera continua y sin esfuerzo alguno de permanecer en el Presente, se perciben todos los contenidos que se suceden como idénticos, mientras la Conciencia los advierte en forma No-dual incluyente, la Conciencia advierte la realidad del estado denominado Meditación. Es ahora cuando Conciencia, Seidad y Presente se convierten en una única e idéntica realidad.
1 El Sujeto conoce contenidos que no generan causalidad, es decir, no se relacionan kármicamente entre ellos para crear potencialidad temporal de Futuro.
2 La naturaleza de los limitantes se estudiará en el capítulo siguiente.
3 Esto es, el Sujeto conoce contenidos que generan causalidad, es decir, se relacionan kármicamente entre ellos.