Quien practica la meditación y profundiza en ella, ha de enfrentarse a circunstancias que en cierto momento requieren una profunda temeridad, tal como es el caso de cruzar la frontera del Inconsciente.
Para nuestra cultura la vida sin «yo» es un misterio que aterroriza. La suposición de una realidad conocida bajo otros parámetros de sujeto y objeto diferenciados no se estudia, y por lo tanto no se acepta. El Advaîta plantea modelos cognitivos bajo estándares diferentes a los occidentales. Uno de ellos es la No-dualidad, ambiente en donde se desenvuelve la experiencia meditativa.
Mente e Inconsciente
Existe un inmenso universo de informaciones que constituyen el Inconsciente Grupal; el Inconsciente Individual puede, para nuestro análisis en este artículo, incluirse dentro del Inconsciente Grupal. La realidad percibida conscientemente es muy limitada, con ella tan solo se logra construir una personalidad integrada por hábitos entrecruzados que pugnan a toda costa por subsistir conformando así la individualidad consciente.
La interpretación consciente de la realidad asociada a un «yo» es siempre precaria e impermanente. La percepción basada en la creencia de la dualidad sujeto-objeto castra la cognición, llevando lo conocido a la impermanencia, a un marco de dependencia de tiempo y espacio que siempre sugiere la evolución de sus contenidos.
Inconsciente y «yo»
¿En verdad sólo hay consciencia individual? Entonces, ¿cómo explicar el acto de permanecer concentradosen actividades varias mediante cualquiera de las habilidades propias? Por momentos en la vida cotidiana, mientras ocurren instantes de Concentración, el «yo» desaparece de la ecuación cognitiva y sin embargo sigue habiendo conocimiento. Es más, en esos instantes la Concentración favorece la eficiencia en palabra, acto y pensamiento.
Toda cognición consciente otorga realidad de existencia a la información conocida mediante los sentidos o detectada directamente por la mente a través de la memoria. La información no percibida y situada más allá de los sentidos pasa a ser parte de un campo de realidad existente pero indetectable, al que se denomina genéricamente como Inconsciente. En resumen, las fronteras de la individualidad las determina el Inconsciente.
La ruptura del Inconsciente
¿Es posible fracturar la membrana inconsciente, generada por milenios de evolución? Claro que sí. Es posible no solamente cruzar a través de ella, sino también disolverla completamente.
Se cruza a través de ella en cada instante en donde la síntesis cognitiva se expresa, cuando el fugaz momento de creatividad acontece o cuando surge la tan anhelada intuición en cualquiera de sus manifestaciones posibles. Es tan instantáneo el momento en que se cruza y regresa, que tan sólo atrapamos el olor de su esencia mediante el acto del aprendizaje o en el instante de la experiencia del amar.
Sin embargo, el Advaîta propone un método apropiado para atravesar, e incluso fracturar, la frontera del inconsciente: la práctica meditativa. Una cognición adecuada lleva a una interiorización suma, cuya estrategia cognitiva solemos denominar autoindagabilidad. La autoindagabilidad se funda en la capacidad mental de operar mientras el sujeto se convierte en objeto de percepción de sí mismo.
La Autoindagabilidad
La experiencia práctica de la autoindagabilidad lleva a que en la atestiguación interior no se sitúe al perceptor en ningún lugar en especial del Campo de Cognición. El testigo se asemeja a un gas disuelto en una habitación y la habitación está completamente a obscuras sin ningún contenido mental que se aprecie diferente de otro. A este estado cognitivo solemos denominarle Concentración No-dual. Sin embargo, el gas está contenido por paredes invisibles pero existentes; dichas paredes se asimilan a la membrana inconsciente que rodea la información consciente.
En la Concentración No-dual aún hay inconsciente, aunque la información que constituye el Campo de Cognición sea no-diferenciada. Las fronteras conscientes han desaparecido, pero las inconscientes todavía no. No existe historia alguna que experimentar; tan sólo la fuerza de la propia existencia lo llena todo. La «nadidad» confluye con el testigo disuelto en la propia «nadidad» del Campo, conformando así una realidad viva y no-diferente.
La experiencia Interior
Sin embargo, llegado el momento cuando la percepción adquiere mayor profundidad, el practicante notará que la desconexión física con el mundo externo desaparece completamente para la mente está imposibilitada a definir cualquier realidad experimentada y queda absorta en la deslumbrante fuerza de vida asociada a la «nadidad».
Es ahí entonces que la materia mental adquiere la consistencia de la quietud. La cognición se torna completamente desconocida, transitando un sendero que no es sendero, forjando huellas al caminarlo que no son huellas. Es frecuente la aparición de un temor irreverente. Por instantes puede aparecer un querer moverse y no poder, o notar que no se respira. El inconsciente individual no desea morir; finalmente es un organismo como los demás, solo que más antiguo y aferrado a su función. Es entonces cuando empieza a insinuarse el abismo, un universo totalmente desconocido, como lo puede ser la realidad que oculta y encierra el Horizonte de Sucesos de un agujero negro.
Un pulso diferente a todo lo demás nace, verificando la cercanía a las fronteras del inconsciente. Puedes entonces notar taquicardia, temor a dejar de existir, miedo a la muerte o simplemente quieras pasar saliva o rascarte el picor, todo ello como intento de desviar la atención a lo fundamental. Debes tener el discernimiento suficiente para aceptar tu propia disolución, entender que más allá de lo desconocido esta Aquello, como fuente inmemorial de todo lo existe.
Necesitas solo un instante para caer al abismo, si demoras tu decisión, el sistema regresará algunos escalones y seguramente pierdas la posibilidad de saltar a las playas del otro océano de la realidad. Si te dejas caer al abismo romperás la membrana del Inconsciente Grupal y se desvanecerá a fracciones dejando entrever los posibles niveles de meditación que pueden llegar a aparecer.
Necesitas confiar en un propia inmortalidad. Es necesario que tu mente acepte la propia disolución y de paso a la experiencia meditativa asociada a un Campo de Cognición Abierto, donde las fronteras, a medida que se profundiza en el estado, van desapareciendo. La ausencia de todo limite entre eventos llega a englobar el universo entero, dando paso a las expresiones más profundas de la meditación, Savikalpa y NirvikalpaSamadhi.
Los diferentes aspectos de la Intuición han sido tratados por Sesha en la Unidad Pedagógica 4, Inteligencia Racional, Emocional y Acausal.
La autoindagabilidad no es analizada en este artículo, por lo que el lector interesado deberá ir e investigar en otros artículos del autor publicados en la web vedantaadvaita.com
*Imagen de cabecera: Igor Arzuaga