A los objetos materiales se los trata comúnmente como información carente de consciencia. Pareciera que el único poseedor de ella es el ser humano. Por tal razón el universo, a la luz de la ciencia, se compone de campos de información, unidades constitutivas de sustancias basadas en elementos primarios materiales. En cambio, aprovechando el “principio de equivalencia”1 entre información y conciencia, podremos representar la realidad como configurada por sustancias conscientes.
Entonces, cuando tratamos a los eventos ideales o materiales como campos de información, los representamos como conjuntos matemáticos, pero cuando tratamos a los eventos como campos de cognición introducimos en la información la condición consciente y, por lo tanto, planteamos inmediatamente la aparición de la información sujeto, objeto y conciencia.
El universo no está constituido por elementos individuales independientes, sino que la conciencia les dota de la unidad cognitiva que hay en todos ellos. De hecho lo que ocurre es que, según qué estado de conciencia opere, en el observador puede emerger la conciencia-información como realidades no-diferenciadas o diferenciadas. De esta idea es de donde surgen los diversos estados de conciencia que el Advaita plantea.
La representación consciente de cualquier campo de cognición puede llegar a ser tan variada como la información misma que lo constituye. Según sean las condiciones de información de cualquier campo y los protocolos de relación entre ella, podemos crear no solo nuevas entidades sino nuevos estados de conciencia.
En esta tónica, bajo nuevas apreciaciones conscientes, nacen los estados de Observación, Concentración y Meditación. En los dos estados finales, la información se interrelaciona con protocolos no-diferenciados, es decir, damos nacimiento a campos de cognición constituidos por información no-dual.
1 Sugerimos al lector que desee profundizar en el tema de los campos de información y de cognición, consultar los libros de Sesha: Los Campos de Cognición y Cuántica & Meditación. En resumen, tiene que ver con la suplantación que podemos realizar entre información y conciencia debido a las similares condiciones que ambas poseen. Así, entonces, tratar un campo de información se asimila a reemplazarlo por un campo de cognición, sin que se altere el nivel de realidad del campo estudiado ni la información que lo constituye.