Existen dos tipos de prácticas meditativas sustentadas en percibir el aquí y el ahora, que son: la práctica interna (es decir, aquella en la que no hay mediación sensorial) y la práctica externa (la realizada con mediación sensoria). Si no logras alejar los cinco sentidos físicos no estás en la práctica interna. Entonces deberás abordar los cánones que implican la realización de la práctica externa.
De no cerrar los sentidos no podrás absorberte interiormente y convertir al sujeto de percepción en objeto de percepción de sí mismo. Por esa sencilla razón, si los sentidos no se desconectan no puedes lograr la experiencia de la práctica interior.
La práctica interior inicia cuando el mundo externo cesa gracias a la desconexión sensoria. Seguidamente debes convertir a los pensamientos en objetos de percepción, distanciándote de ellos. Si estas percibiendo “el acontecer interior”, notarás que los pensamientos tienden natural y espontáneamente a deshacerse. Este deshacerse lo aprovechamos para posteriormente convertir al perceptor en objeto de percepción de sí mismo, es decir: “convertir a la atención en objeto de atención”.