Tanto la Conciencia como el Presente no poseen contrapartes que los complementen. Su naturaleza No-dual excluye tal posibilidad. Los Objetos conocidos no son contrarios a la Conciencia que los conoce. Los entes que fluyen en el Presente tampoco se oponen ni se complementan respecto al Presente mismo. El universo cognitivo no es la suma de Conciencia y Objetos, pues el Saber propio de la Conciencia es independiente de cualquier Objeto. Los Objetos flotan como entes virtuales en el mar del Saber propio de la Conciencia y en el océano de realidad propia del Presente. Los Objetos son como olas o burbujas: son momentáneos conceptos que no existen por ellos mismos. La mar o el océano son su causa y nunca han dejado ni dejarán de ser agua, aunque momentáneamente sean percibidos como olas o burbujas. Tampoco burbuja u ola se oponen a mar; tampoco se complementan la una a la otra. Ola y mar son símiles que se asocian a la naturaleza momentánea de un Sujeto que desea “retener” la experiencia canalizada por los sentidos y “asociarla” como propia mediante un “yo” que cree que conoce en el Presente. Ola y burbuja son simples modificaciones del agua misma que conforma el océano. Ola y burbuja son meras apreciaciones cambiantes, puntuales y momentáneas.
Ola y burbuja son diferentes desde la perspectiva del Sujeto, mientras éste se encuentre inmerso en el mundo de las dualidades. Ola y burbuja pueden experimentarse sin distancia tal como ocurre en la cognición Total. Además, si el Sujeto las percibe continuamente como parte del Presente, estando “fuera”, sin definirlas ni interpretarlas mentalmente, ola y burbujas se aprecian no-diferentes bajo la óptica No-dual.