Cuando te reconozcas a ti mismo, en todo momento y lugar, como “causa sin causa”, Ser No-dual y absoluto, cuando lo vislumbres empíricamente, podrás vivir sin ética alguna. Mientras tanto, lucha por estabilizar tu anémico sentido individual e intenta actuar por el supuesto bien general que la ley social o tu consciencia te dictan. Sin embargo, la aceptación de dichas leyes te llevará necesariamente a la relatividad de sus postulados y veredictos. Cuando no exista en ti quien realice la acción ni tampoco actúe por el fruto que de ella devenga, entonces la ética será un elemento sustituible por una reacción discernitiva basada en la experiencia de un presente libre. La ley moral es necesaria mientras un grupo humano aprende a reconocer el respeto al implícito impulso de existir. Sin embargo, indaga en saber “quién soy” y notarás que, más allá de la mente que pregunta, está el espectador silencioso que inunda la creación desde siempre y por siempre. Pósate allí y experimentarás que la moral, la ética y cualquier otro formulismo son apreciaciones infantiles y absurdas.
Cómo vivir sin ética alguna
- Publicación de la entrada:27 de diciembre de 2015
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