Son infinitas las categorías en la que la inteligencia del Señor Creador se expresa en sus criaturas. Suelen los libros sagrados destacar aquellas que promueven la integración personal y social, respecto a aquellas otras que infunden desorden. Sin embargo, la vida adopta cauces que llevan en todas las direcciones. Tanto la bondad como la maldad recurren a expresarse en la mente humana creando amplias barreras de diferencias entre unos y otros. Solo aquella acción que es carente de «sentido protagónico» es la realmente inteligente; solo aquella acción realizada por Dharma ofrece libertad; impedir la aparición del Karma da sentido a la acción y evita la perpetuidad del «yo».
Krishna en voz de Ishvara, nos muestra diferenciación por doquier, categorías, niveles y opciones diversas de vida. Lo paradójico de todo esto es que basta establecer una relación cognitiva No-dual con uno de estos innumerables eventos, cualquiera que sea, para lograr entablar una relación que integre a los restantes. He aquí la magia de la No-dualidad. No es necesario conocer ni experimentar todo el universo, pues en cada recodo de este hay una interrelación basada en el entrelazamiento cognitivo.
Incluso, cualquiera de los eventos a percibir puede ser parte del pasado o del futuro. Ni aún el marco espacio-temporal es un limitante cognitivo a la No-dualidad. Es la Conciencia por sí misma, quien crea los indisolubles lazos que aún Maya no puede desdibujar en el Presente. Es la vía del Discernir quien arropa al Presente y lo convierte en pasado y futuro, entrelazando un universo que jamás se fraccionó.
*Imagen cabecera: http://Imagen de Jinali Parikh en Pixabay