Estudiante: Aparte de los pensamientos circulares que me cuesta controlar, mi mente también tiene el hábito de repetir canciones cuando medito o me distraigo. ¿Es esto una forma de evadirme? ¿Por qué cuesta más que se diluyan?
Sesha: ¿Cómo acaso puedes evadirte de una verdad que desconoces? El descontrol tiene origen en la ignorancia, no en ningún tratamiento ético. Tu ignorancia te evade del conocimiento y al final, en el vértigo de la actividad, te extraña que todo se mueva a tu alrededor. Busca un punto estable en tu interior y aférrate a él. Cuando lo encuentres notarás que lograrlo implica tu propia quietud mental.
Estudiante: ¿Vamos bien cuando solo «vamos», sin saber nada?
Sesha: No saber nada no es un don. Comprender que no se sabe sí lo es. Comprender es situarse en un punto previo al pensamiento.
Estudiante: Si miras dentro y no encuentras preguntas, ¿no sientes nada?
Sesha: Si miras dentro y no encuentras preguntas, ¿no sabes nada?
Estudiante: En el estado de ecuanimidad no hay nada, ni siquiera un «alguien». Luego, cuando el «yo» aparece, la búsqueda pertenece al ego. Entonces, si no hay nada que podamos hacer desde el ego, ¿no son un sinsentido las prácticas espirituales?
Sesha: Tu razonamiento sería correcto si tu axioma básico lo fuera. Presumes que en la ecuanimidad no hay nada; simplemente, al no haber tú llegado allí, no reconoces que sí hay algo, algo que está antes y después de todo lo conocido. Ello es el continuo de la Conciencia como base de la existencia misma.